Heraklion (en griego Ηράκλειο) es una ciudad caótica y bulliciosa. Coches y motos son los grandes dominadores y campan a sus anchas por sus desordenadas calles y callejuelas. En las callejas apenas se encuentran aceras, los coches aparcan pegados a las paredes de las casas y cuando, rara vez, encuentras una acera resulta ser estrecha e irregular y además probablemente la encontrarás ocupada por algún árbol emergiendo del asfalto. En Ηρακλειο, el anárquico deambular de los vehículos es, cuando menos, sorprendente. Los semáforos no brillan (por su ausencia), así que en cruces relativamente grandes se produce un amable protocolo de cedas el paso que aún no alcanzo a comprender. No es raro ver a vehículos que, circulando por una rotonda, ceden el paso a otros que tratan de incorporarse a la misma.
Mi casa se encuentra en una zona tranquila, a unos veinticinco minutos andando del centro neurálgico de la ciudad. Es un apartamento bonito y sencillo. Tiene dos largos balcones: uno que da a la calle en la que vivo y otro que asoma a un patio interior en el que se pueden ver muchos gatos (lo que me recuerda mucho a mi querida Piruleta). Desde el ático disfruto de unas agradables vistas de la iglesia ortodoxa de la plaza.
El disco "In the mood" de Glen Miller
4 comentarios:
Tio, es bueno saber que estas vivo pese al caos de Heraklion. ¿Cuanto tardarás en adoptar a una nueva Piruleta? ¿y en ir al Culto un domingo por la mañana?
entre ceda y ceda ten cuidao no te atropellen! me gusta mucho tu casa! parece muy acogedora, y eso que acabas de llegar.
No creo que tarde mucho en adoptar una pseudo Piruleta... todo es comprar comida... alguna vendrá...
Lo del culto ya lo veo más chungo...
La casa está muy bien lo malo es que está muy lejos de N.Y. (o es N.Y. lo que está muy lejos de Hepakleion)
Publicar un comentario